FOTOS: LA PRENSA/D. NIVIA
Tammy Zoad Mendoza M.
Especial para Aquí entre Nos
Que se cierren las apuestas. No hay otra oportunidad. Los cinco equipos x-tremos hicieron de todo para alcanzar un buen lugar en el marcador, pero al parecer Las Panteras tienen una garra poderosa, que en agua y tierra los ha mantenido en la cima de la competencia.
Su última masacre fue en Montibelli, donde como todas unas fieras descendieron a la perfección en el reto rapel.
Conocé hasta el último detalle del quinto reto.
Desde lo alto
El equipo de Rapel Team tomó las riendas del asunto y desde tempranito reclutó a los cinco equipos en la Reserva Privada Montibelli, para conducirlos hasta la parte inferior del barranco y dar las indicaciones.
Los diez competidores subieron a la cima con el guía Rodrigo Portocarrero, para ajustar detalles, así como para equiparse debidamente.
“Esta vez no se evaluará el tiempo de descenso, sino técnica correcta de hacerlo y uno de nosotros se hará cargo de eso”, aseguró Enrique Schmidt. Agergó que “lo anterior porque queremos que lo disfruten, apliquen la técnica y de poderse que peguen un par de saltos”.
Así fue como bajó cada equipo. Uno iba a la par del otro. “Tengo un poco de miedo”, decía Jorge, del Saint Dominic, miedo que desapareció al poner sus pies en la pared.
Y es que la inexperiencia, el pavor a las alturas y la desesperación por hacerlo bien fueron los factores determinantes, para que además de las piernas a muchos competidores les temblara el coraje a la hora de descender la pared, de más de 37 metros.
Eso sí, aunque estuvieran un poco asustados, no dejaron de bromear y darse ánimos.
“Vamos Allan”, “dale Nathalia”, eran algunos de los eufóricos gritos que se escuchaban desde arriba y que eran respondidos con numerosos aplausos que sacudían las montañas, Los Violentos y Los Carneros fueron quienes más apoyaron a sus compañeros, pues por ser los últimos les tocó hacer de espectadores, eso sí, no perdieron el tiempo para analizar cada movida y preparar su estilo de descenso.
Pero este triunfo del Notre Dame ha despertado la sed por el primer lugar en los demás equipos, ¿será que Los Violentos demuestren su furia?, ¿acaso Los Carneros iniciarán su cacería?, ¿pondrán a prueba sus habilidades deportivas Los Olímpicos? O ¿Resurgirán de las cenizas Los Fénix? Eso está por verse mañana en la gran final de temporada.
Descenso mortal Las Panteras rugieron y se apoderaron de las alturas de Montibelli con su descenso x-tremo...
FOTOS: LA PRENSA/D. NIVIA
Tammy Zoad Mendoza M.
Especial para Aquí entre Nos
Que se cierren las apuestas. No hay otra oportunidad. Los cinco equipos x-tremos hicieron de todo para alcanzar un buen lugar en el marcador, pero al parecer Las Panteras tienen una garra poderosa, que en agua y tierra los ha mantenido en la cima de la competencia.
Su última masacre fue en Montibelli, donde como todas unas fieras descendieron a la perfección en el reto rapel.
Conocé hasta el último detalle del quinto reto.
Desde lo alto
El equipo de Rapel Team tomó las riendas del asunto y desde tempranito reclutó a los cinco equipos en la Reserva Privada Montibelli, para conducirlos hasta la parte inferior del barranco y dar las indicaciones.
Los diez competidores subieron a la cima con el guía Rodrigo Portocarrero, para ajustar detalles, así como para equiparse debidamente.
“Esta vez no se evaluará el tiempo de descenso, sino técnica correcta de hacerlo y uno de nosotros se hará cargo de eso”, aseguró Enrique Schmidt. Agergó que “lo anterior porque queremos que lo disfruten, apliquen la técnica y de poderse que peguen un par de saltos”.
Así fue como bajó cada equipo. Uno iba a la par del otro. “Tengo un poco de miedo”, decía Jorge, del Saint Dominic, miedo que desapareció al poner sus pies en la pared.
Y es que la inexperiencia, el pavor a las alturas y la desesperación por hacerlo bien fueron los factores determinantes, para que además de las piernas a muchos competidores les temblara el coraje a la hora de descender la pared, de más de 37 metros.
Eso sí, aunque estuvieran un poco asustados, no dejaron de bromear y darse ánimos.
“Vamos Allan”, “dale Nathalia”, eran algunos de los eufóricos gritos que se escuchaban desde arriba y que eran respondidos con numerosos aplausos que sacudían las montañas, Los Violentos y Los Carneros fueron quienes más apoyaron a sus compañeros, pues por ser los últimos les tocó hacer de espectadores, eso sí, no perdieron el tiempo para analizar cada movida y preparar su estilo de descenso.
Pero este triunfo del Notre Dame ha despertado la sed por el primer lugar en los demás equipos, ¿será que Los Violentos demuestren su furia?, ¿acaso Los Carneros iniciarán su cacería?, ¿pondrán a prueba sus habilidades deportivas Los Olímpicos? O ¿Resurgirán de las cenizas Los Fénix? Eso está por verse mañana en la gran final de temporada.
